Para muestra..... un botón: 11/38 - Scleranthus

Hola Carmen, entiendo que el hecho de reconocer el error ya es el principio del cambio del autoperdón. No es fácil perdonarse ni pedir perdón, sobre todo porque debe salir desde la sinceridad que uno ejerce, es una condición imprescindible, sin ella no puede expresarse el primer acto consciente, pues como sabemos éste procede del Ser y la extrema unción del ego. La sinceridad parte de la coherencia entre pensamiento, palabra y acto. Si no decimos lo que pensamos o hacemos lo que decimos no podemos ver hasta qué punto nuestros pensamientos nos hacen daño y producen dolor a los otros, digamos que es la prueba del delito. Pero si lo camuflamos por encajar jamás habrá sinceridad ni llegaremos al autoperdón. El Ser se manifiesta a través del ego, de un sólo yo que podemos controlar. Así nos es más fácil detectar los pensamientos que son patrimonio de la ignorancia del ego o los que proceden de la sabiduría del Ser. Todo lo que hemos estropeado en años y años no podemos arreglarlo en menos de lo que cuesta reparar el dolor propio y ajeno. Un abrazo grande

Hola Rrosalesb. Creo que la conexión con el Ser es esporádica, pero no se produce si antes el enlace con él, que es el espíritu, no se ha formado. Yo no puedo decir si esa voz es la del Ser o no, sería un atrevimiento por mi parte y ninguna certeza en lo que digo.

La formación del espíritu se produce cuando el primer acto consciente, que es el perdón, se ha producido. Como ves una cosa lleva a la otra y es la que da la certeza de que no es el ego que se camufla de ser.