Tengo un canal de Youtube, y con mucho esfuerzo lo estaba haciendo crecer, impulsado por los testimonios de miles de youtubers que se hicieron ricos subiendo vídeos. Sí, lo hacía por el dinero, pero en cada vídeo imprimía mi esfuerzo y energía para que este fuese visto y apreciado. Me estaba comenzando a ir muy bien, 100 subs o más por mes, pero de pronto Youtube me cerró el grifo: todos mis vídeos obtenían CERO visitas. No importa si mis nuevos vídeos eran mejores que todos los anteriores juntos, CERO visitas era mi recompensa. Era un canal de videojuegos, cero temas polémicos o comprometedores, solo videojuegos y ya. Nada, ni así me salvé de la censura y el abuso. Entré en depresión seria, de verdad que perdí todo sentido del propósito de vida por esa idiotez. Luego me entero de que resulta y pasa que los grandes canales, esos que nunca reciben abusos, los millonarios, todos ellos le pagan a Youtube para ser promovidos. Es un sistema de, si quieres dinero, primero aporta dinero, pero resulta que empezaste un canal porque no tienes dinero, entonces cómo diablos vas a aportar si no te dejan ganar nada primero. Youtube es el sistema mismo, la sociedad misma encapsulada en una plataforma. ¿Quieres ser rico? Primero paga para entrar al club de los ricos. ¿Pero soy pobre, no puedo pagar? EXACTO. Es un sistema demoníaco de mierda que te pone la pata encima de la cabeza cuando comienzas a sacarla del agua si no eres un elegido. Y bueno, DDLA ha hecho todo esto con muy, muy poco, pero aún así necesita un gran mecenas, alguien que a mí personalmente me habría encantado ser si hubiese logrado ser yo un rico influencer de Youtube. Pero en fin, no lo soy, y hoy día me encuentro desempleado y con un negocio de clases de inglés que parece que despega pero no termina de hacerlo. Y en fin, es dura la vida cuando estás fuera del sistema voluntaria o involuntariamente. Llegué a mis 30 casi 40 y la necesidad me llevó a intentar dejar de hacerme el revolucionario hippie y comenzar a chupársela al sistema para sobrevivir, pero el sistema me patea una y otra vez, y con razón lo hace, no pertenezco ahí. No pertenezco en este mundo y DDLA tampoco. Por eso terminé aquí. Y en el camino olvidé que en el sistema jugaba por dinero, pero fuera del sistema, en DDLA jugaba por recordar quién soy yo, de dónde vengo y adónde tengo que ir. No viajé, no me tomé selfies en París, no tengo una casa en donde darle un hogar a mi hijo, nunca tuve un auto, ni siquiera para un arriendo me alcanza, vivo en la casa de mi mamá y mi hijo en la casa de su abuela con su madre, estoy absolutamente aniquilado por el sistema, un pez de agua dulce que cayó en agua salada y sobrevive muriéndose poco a poco. Y aún así, tengo un camino tan marcado a fuego que no puedo abandonarlo por más que lo intento. No puedo ser engullido por la bestia que quise que me engullese para vivir mínimamente en paz en este, su infierno. La bestia me escupe una y otra vez, no me quiere ni como su esclavo de salario mínimo. Y el mar salado tampoco me mata ni me expulsa, señal inequívoca de que aún tengo una misión que cumplir, de que el camino que tengo marcado a fuego no me deja abandonarlo por más que lo intente. Para volver a mi hogar de agua dulce, tengo que saber qué tengo que cumplir en estas aguas saladas del escenario uno. Y para saberlo, tengo que seguir caminando el camino de DDLA, ese camino que construye enormes cosas sin herramientas ni materiales, solo 10 uñas y una inquebrantable voluntad. Para la muestra, esta increíble plataforma de vídeos. Por ahora, no puedo apoyarlos con dinero, pero los apoyaré con mi renovada anuencia, pues DDLA es donde pertenezco así me cueste tanto aceptarlo. No soy ellos, el mundo, por más que quiera serlo para sobrevivir y disfrutar de sus placeres, no lo soy. Solo soy. Soy DDLA. Soy Dragón.
Tengo un canal de Youtube, y con mucho esfuerzo lo estaba haciendo crecer, impulsado por los testimonios de miles de youtubers que se hicieron ricos subiendo vídeos. Sí, lo hacía por el dinero, pero en cada vídeo imprimía mi esfuerzo y energía para que este fuese visto y apreciado. Me estaba comenzando a ir muy bien, 100 subs o más por mes, pero de pronto Youtube me cerró el grifo: todos mis vídeos obtenían CERO visitas. No importa si mis nuevos vídeos eran mejores que todos los anteriores juntos, CERO visitas era mi recompensa. Era un canal de videojuegos, cero temas polémicos o comprometedores, solo videojuegos y ya. Nada, ni así me salvé de la censura y el abuso. Entré en depresión seria, de verdad que perdí todo sentido del propósito de vida por esa idiotez. Luego me entero de que resulta y pasa que los grandes canales, esos que nunca reciben abusos, los millonarios, todos ellos le pagan a Youtube para ser promovidos. Es un sistema de, si quieres dinero, primero aporta dinero, pero resulta que empezaste un canal porque no tienes dinero, entonces cómo diablos vas a aportar si no te dejan ganar nada primero. Youtube es el sistema mismo, la sociedad misma encapsulada en una plataforma. ¿Quieres ser rico? Primero paga para entrar al club de los ricos. ¿Pero soy pobre, no puedo pagar? EXACTO. Es un sistema demoníaco de mierda que te pone la pata encima de la cabeza cuando comienzas a sacarla del agua si no eres un elegido. Y bueno, DDLA ha hecho todo esto con muy, muy poco, pero aún así necesita un gran mecenas, alguien que a mí personalmente me habría encantado ser si hubiese logrado ser yo un rico influencer de Youtube. Pero en fin, no lo soy, y hoy día me encuentro desempleado y con un negocio de clases de inglés que parece que despega pero no termina de hacerlo. Y en fin, es dura la vida cuando estás fuera del sistema voluntaria o involuntariamente. Llegué a mis 30 casi 40 y la necesidad me llevó a intentar dejar de hacerme el revolucionario hippie y comenzar a chupársela al sistema para sobrevivir, pero el sistema me patea una y otra vez, y con razón lo hace, no pertenezco ahí. No pertenezco en este mundo y DDLA tampoco. Por eso terminé aquí. Y en el camino olvidé que en el sistema jugaba por dinero, pero fuera del sistema, en DDLA jugaba por recordar quién soy yo, de dónde vengo y adónde tengo que ir. No viajé, no me tomé selfies en París, no tengo una casa en donde darle un hogar a mi hijo, nunca tuve un auto, ni siquiera para un arriendo me alcanza, vivo en la casa de mi mamá y mi hijo en la casa de su abuela con su madre, estoy absolutamente aniquilado por el sistema, un pez de agua dulce que cayó en agua salada y sobrevive muriéndose poco a poco. Y aún así, tengo un camino tan marcado a fuego que no puedo abandonarlo por más que lo intento. No puedo ser engullido por la bestia que quise que me engullese para vivir mínimamente en paz en este, su infierno. La bestia me escupe una y otra vez, no me quiere ni como su esclavo de salario mínimo. Y el mar salado tampoco me mata ni me expulsa, señal inequívoca de que aún tengo una misión que cumplir, de que el camino que tengo marcado a fuego no me deja abandonarlo por más que lo intente. Para volver a mi hogar de agua dulce, tengo que saber qué tengo que cumplir en estas aguas saladas del escenario uno. Y para saberlo, tengo que seguir caminando el camino de DDLA, ese camino que construye enormes cosas sin herramientas ni materiales, solo 10 uñas y una inquebrantable voluntad. Para la muestra, esta increíble plataforma de vídeos. Por ahora, no puedo apoyarlos con dinero, pero los apoyaré con mi renovada anuencia, pues DDLA es donde pertenezco así me cueste tanto aceptarlo. No soy ellos, el mundo, por más que quiera serlo para sobrevivir y disfrutar de sus placeres, no lo soy. Solo soy. Soy DDLA. Soy Dragón.
Jaja Basta de anuncios!!!
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