En el año gregoriano 2006 fuimos convidados con un gran amigo, José María Piñero, piloto profesional de Aerolíneas Argentinas, a llevar a cabo un importante desafío desde lo personal: colaborar en la apertura de un Portal Dimensional frente a las costas de la ciudad de Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina, mi habitual lugar de residencia.
En honor a la verdad, a quien convocaron fue a él, pero me pidió que lo acompañara en la experiencia, cosa que acepté gustoso.
Este novedoso pedido, al menos para mí, surgió como consecuencia de la IV Cumbre de las Américas , llevada a cabo en esta misma ciudad durante el mes de noviembre del año 2005.