Háblame, aunque no te escuche Háblame Mírame, aunque no me veas Mírame Porque yo te siento, desde el universo hasta el final Vivo eternamente en ti Háblame, no me ignores Solo háblame No me creas lejos Siénteme Estoy muy cerca solo siénteme Porque el día es corto y la noche invita a olvidar Que fuimos uno y nadie más pudo reemplazarnos Resistiré hasta que termine este dolor Perdonaré si ya no estás Somos lo que somos Estamos solos, y nos entendemos a lo lejos Somos los que somos Estamos todos, desunidos pero queremos amor Háblame, no me ignores solo hablame Mírame, estoy muy cerca solo sienteme Porque el día es corto y la noche invita a olvidar Que fuimos uno y nadie más Vivo eternamente en ti Somos lo que somos Estamos solos, y nos entendemos a lo lejos Somos los que somos, estamos todos, desunidos pero queremos amor Solo queremos amor Solo queremos amor Solo queremos amor
A finales del siglo XX, un grupo de matemáticos israelíes encabezados por Eliyahu Rips, uno de los expertos mundiales en la teoría de grupos, el modelo matemático en el que se basa la física cuántica, descubrieron que la biblia, más precisamente la Torah, el antiguo testamento conocido por los católicos como pentateuco, ocultaba un código secreto, una matriz criptográfica, en donde se podía hallar codificados todos los acontecimientos pasados y venideros de las posibles realidades alternativas de la ecuación de proyección del hombre y la historia.