Sobre un grupo de matemáticos israelíes dirigidos por Eliyahu Rips, experto en el modelo matemático en el que se basa la física cuántica, descubrieron que la biblia, más precisamente la Torah, pentatéutico para los católicos ocultaba un código secreto, una matriz criptográfica, en donde se podía hallar codificados todos los acontecimientos pasados y venideros de las posibles realidades alternativas de la ecuación de proyección del hombre y la historia. El código fue descubierto en la versión hebrea del Antiguo Testamento. Posteriormente un físico también israelí, Doron Witztum, fue quien completó el modelo matemático para descifrar el código. ://detrasdeloaparente.blogspot.com/2016/01/el-codigo.html https://detrasdeloaparente.blo....gspot.com/2012/08/ga
Dejo constancia que no juzgo a nadie, fui un buscador de mentiras, aportando mi energía en sujetos y objetos que no llevaban a ningún lugar, y al igual me perdí en festivales de por todo el mundo, pero ahora desde la distancia y el aprendizaje, corregí el camino pudiendo decir con seguridad que soy un encontrador de verdad.
Las amistades tienen una definición ambigüa. Los seres humanos necesitamos ritos que consoliden y clarifiquen la situación en la que nos encontramos. Bautizamos porque queremos que exista una confirmación sólida del compromiso con la iglesia, o celebramos los quince años o las puestas de largo para certificar la entrada en la madurez. Las ceremonias de graduación, los cumpleaños, la firma de una hipoteca son rituales que tienen un antes y un después muy claro, que nos proporciona seguridad.
Sin embargo la amistad no se sanciona del mismo modo que el resto de las relaciones humanas. Las amistades se suelen basar en una especie de pacto mutuo, pero nunca se declara de forma explícita. Los matrimonios y las relaciones comerciales tienen pactos explícitos. Las partes saben perfectamente cuándo han comenzado esa relación, de hecho las parejas incluso celebran los aniversarios, y dado que tienen un comienzo explícito, también tienen finales explícitos. En cambio, las amistades se hacen realidad a través del contacto regular entre dos personas que se tienen en cuenta mutuamente. En algún momento, hay un entendimiento conjunto (pero tácito, no explícito) de que se han hecho amigos.
Sin una idea definida de cuáles son las obligaciones de una amistad y, por lo tanto, si se están cumpliendo o no, es difícil saber si una amistad ha terminado. Así, las amistades se desvanecen y luego a menudo desaparecen. Pero esto no siempre es malo.