MÉDICOS CANADIENSES SE PRONUNCIAN - "NO HAY MOTIVOS PARA TENER MIEDO" - con subtítulos en español Profesionales sanitarios preocupados de todo Canadá se han unido en respuesta a las medidas draconianas que están causando daño y sufrimiento en nuestras comunidades. Únete al grupo de DDLA en Telegram: https://t.me/DDLA_Morfeo Colaboración con Super8 PayPal:superochovideos@gmail.com Ùnete a la red social consciente: https://babel.superocho.org/
La educación de la nueva Humanidad, orientada a formar Seres Humanos con pensamientos propios, libres de cualquier adoctrinamiento, conforme al verdadero significado de la Vida: La Verdad, la Alegría y el Amor.
'El Zoom' analiza la reunión entre China y EE.UU. con el telón de fondo de la crisis en Ucrania. Javier Rodríguez Carrasco pone sobre la mesa cuestiones como el intento estadounidense de prohibir a Pekín que colabore con Rusia en el aspecto económico, así como la tensión entre ambos gigantes por la cuestión de los laboratorios biológicos estadounidenses ubicados en territorio ucraniano.
El padre Carlos Miguel Vaca Alvarado nació el 25 de agosto de 1912 en Loja, Ecuador. Fue el cura párroco de la parroquia de Changaimina del cantón Gonzanamá de la provincia de Loja, república del Ecuador, hasta el año 1999 en que falleció.
Changaimina, significa en lengua indígena, "cementerio de los dioses", etimológicamente la palabra se deriva de dos voces: "Changa", que significa "Pierna" y "Mina", que significa "Vena, Filón de oro" o "Lugar donde hay oro". ¿Quizás, la vertiente de oro donde descansan los dioses? ¿El oro de los dioses?
El padre Carlos Vaca era un sacerdote católico, músico y arqueólogo que descubrió en 1965, casualmente el mismo año de la expedición intraterrena de Juan Moricz en la cueva de los Tayos y el descubrimiento del mundo subterráneo, un asentamiento arqueológico de fósiles de “gigantes” los cuales exhibía en su museo, que se encontraba en la misma parroquia de Changaimina, conocido como el "Museo del Padre Vaca" donde guardaba lo descubierto en las tierras propiedad del Señor Luis Guamán, huesos de gigantes de siete metros de altura que habitaron el Ecuador y otros lugares de América hace miles de años, y extraños utensilios, minerales y compuestos de “mágicas propiedades”, que explicarían muchos misterios arqueológicos hasta hoy no descifrados.