𝔼𝕝 𝕋𝕒𝕠 𝔻𝕖𝕝 𝕁𝕖𝕖𝕥 𝕂𝕦𝕟𝕖 𝔻𝕠 - ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 22

Hay que sentir el timing y dominarlo como un problema psicológico más que como un problema de lucha, porque la rotura del ritmo se basa en el hecho de que la víctima va a continuar durante una fracción de segundo según la secuencia de movimiento que ha sido interrumpida bruscamente.
A veces el "timing" incluye el atacar con varios movimientos de amenaza (fintas). Si el defensor acepta este ritmo e intenta parar dichas diferentes amenazas, entonces una ligera vacilación romperá el ritmo y proporcionara el momento oportuno para lanzar el ataque final. En otras ocasiones, cuando tu contrario este a la mitad de sus insinuaciones o movimientos de amenaza por cuenta propia, puedes lograr romper el ritmo aparentando reaccionar en primer lugar según el espera y después, lanzando repentinamente un contraataque cuando él cree que deberás estar siguiendo sus fintas.
Tu deberías alcanzarle, ya que él está preparado por su movimiento motor para continuar con sus amenazas y no puede adaptarse a la necesidad de parar hasta que tu hayas puntuado. En general, aquí el timing necesita que tú inicies el ataque o movimiento cuando tu contrario ha comenzado la preparación para un ataque. Así pues, "timing" se convierte en una cuestión de aprovechar el pequeño intervalo antes de que pueda adaptarse para efectuar una parada.

Ritmo de uno-y-medio

Un ataque realizado a mitad de camino del movimiento del contrario se dice que se ha realizado a medio compás. Cuando el luchador adormece el ritmo de su contrario induciendo o realizando un movimiento de cuenta completa, entonces podría "romper el trance" golpeándole en el medio de su compás. Este método de ritmo roto, a menudo cojera al contrario mental y físicamente fuera de equilibrio para defenderse.

Cadencia

La velocidad regulada para coincidir con la del adversaria, se conoce como "cadencia". Es
el ritmo específico en el que se ejecutan una sucesión de movimientos. Una cadencia correctamente juzgada permite el control con calma de cada golpe. Este control permitirá al luchador seleccionar, con más facilidad, los movimientos ofensivos y defensivos que producirán un golpe. Recuerda que para conseguir un golpe hay que evitar la defensa. Una velocidad excesiva puede chocar con las paradas del adversario. Entonces se dice que el atacante «se ha parado a sí mismo». Recuerda que para conseguir un golpe hay que evitar la defensa. Una velocidad excesiva puede chocar con las paradas del adversario. Entonces se dice que el atacante «se ha parado a sí mismo».

Idealmente, un luchador debe buscar el imponer su cadencia al contrario. Esto puede alcanzarse intencionalmente al variar la cadencia de sus propios movimientos. Por ejemplo, puede establecer deliberadamente un cierto ritmo en sus fintas en un ataque compuesto, hasta que el defensor queda inducido a seguir dicha cadencia. Al obtener una ventaja de velocidad sobre el adversario el luchador puede conducirle. En otras palabras, es el adversario quien continuamente tendrá que tratar de emparejarse. Si se tiene el suficiente margen de velocidad a mano, es posible mantener esta ventaja. Hacerlo así debe ejercer un efecto moral sobre el contrario, quien encontrándose sujeto a la voluntad de su adversario en este factor importante de la velocidad, no puede por menos de sufrir los efectos en su propia confianza. La preparación mediante unas series de ataques falsos y fintas, ejecutada a un ritmo normal, tiene el efecto de adormecer al adversario en un sentido falso de preparación. Acostumbra sus reacciones a una cadencia diferente de la que se usara en el ataque verdadero. Así pues, los movimientos que comprenden el ataque final están bruscamente acelerados y probablemente le encontraran retrasado detrás de ellos. Un cambio efectivo de cadencia es ralentizar, en lugar de acelerar la acción final de un ataque o respuesta compuestas. Esta disminución de la cadencia puede decidirse como un golpe cuyo lanzamiento haya empezado, se pare en su camino hacia adelante y continué cuando el adversario abandone la línea amenazada por otra en la esperanza de encontrar la mano. La velocidad aplicada en el momento oportuno, junto con una cadencia bien juzgada en la ejecución del movimiento, avanzara un gran trecho hacia asegurar el éxito de un golpe.

Tempo

El éxito de un movimiento defensivo u ofensivo depende de si lo realizamos en el momento exacto o no. Tenemos que sorprender a nuestro contrario y aprovechar el momento de su desvalimiento. Esa pequeña fracción de tiempo (un compás en una cadencia), que es la más apta para conseguir una acción efectiva, se denomina «tempo». Desde un punto de vista psicológico el momento de la sorpresa y desde el punto de vista físico el momento del desvalimiento, son los momentos exactos para atacar. Esta es la verdadera concepción del «tempo», escoger el momento exacto psicológico y físico de debilidad en un contrario. También existen oportunidades de "tempo" cuando el contrario hace movimientos conscientes...