Cada vez somos más, los que no creemos ni media palabra de los medios de comunicación. Nos aseguran diariamente que los hospitales están colapsados y así lo hacen también los responsables políticos. Pronto tendrán que rendir cuentas los políticos y los medios de comunicación por engañar al pueblo.
¿Somos animales de granja manipulados por técnicas de conidicionamiento clásico? ¿Tenemos una tendencia natural hacia la violencia? ¿Debemos ser domados para asumir que el rebaño es fuente de protección? ¿Compensa renunciar a una parte muy grande de libertad para poder disfrutar de los beneficios que nos proporciona la granja humana? Pues es posible que la respuesta a todas estas preguntas sea un sí con ciertos matices, y son esos matices los que explora con brillantez La Naranja mecánica.