Diferencia entre votar en blanco, votar nulo y la abstención. Una explicación técnica y al grano.
1. Votar en blanco favorece a los partidos mayoritarios. Cuando votas en blanco, le das más escaños a los partidos mayoritarios, en perjuicio de los partidos minoritarios. Es decir: votando en blanco existe la posibilidad de darle más poder a los partidos mayoritarios en el reparto de los votos.
En el reparto de escaños no se tienen en cuenta las candidaturas que no hubieran obtenido al menos el 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción. El voto en blanco legalmente se considera «voto válido». Y, por tanto, computa en el reparto.
Tanto los votos ordinarios como los votos en blanco sí cuentan a efectos del porcentaje mínimo necesario de la circunscripción para obtener un escaño. Cuantos más votos válidamente emitidos, más difícil es llegar al 3% necesario para obtener un escaño. Por lo tanto, si votas en blanco podrías favorecer a los partidos mayoritarios: le podrías dar más escaños (más poder) a los partidos más votados.
Votar en blanco es una opción pésima y contraproducente si no te gustan los partidos mayoritarios, o si no te gusta ningún partido, o si no te gusta el sistema en general. Votando en blanco se reparten tu voto, y en determinados supuestos, los partidos más votados obtienen más escaños todavía.
Votar en blanco favorece a los partidos mayoritarios. Es como si les votases a ellos.
2. Votar nulo no cuenta en el reparto de escaños, pero sí cuenta como participación.
El voto nulo no computa a efectos del reparto de escaños. No obstante, en las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, sí que se cuenta el voto nulo dentro de la participación electoral.
En las elecciones de 2019, contaron un 66,23% de participación, que es el resultado de restar las abstenciones del número de votantes. Para elaborar la estadística de participación del 66,23%, el Ministerio del Interior no distingue entre los que votaron nulo, en blanco o a un partido. Este dato del 66,23% de participación aparece también en Wikipedia. Y también, cómo no, en los medios de comunicación.
Por tanto, lo único que resta participación al sistema es la abstención.
3. La abstención no da poder a ningún partido y en las estadísticas oficiales reduce el dato de participación.
Como hemos visto en las estadísticas oficiales, el número de abstenciones se resta al número de votantes para obtener la cifra de participación electoral. La participación es lo que confiere legitimidad a un sistema político. Si las personas participan voluntariamente en el sistema, el sistema se legitima.
Ello es asimismo un principio del Derecho Internacional. Artículo 21.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: «La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público.»
Por tanto, si la mayoría del pueblo rechaza el sistema electoral y no participa, el poder público queda desautorizado.
4. Conclusiones:
• Votar en blanco puede darle más poder a los partidos mayoritarios, y cuenta como participación. Refuerza el sistema.
• Votar nulo no le da poder a ningún partido, pero cuenta como participación. Refuerza el sistema.
• La abstención no le da poder a ningún partido y no cuenta como participación. Desautoriza al sistema.
CORRECCIÓN: El censo fue de 5.088.093 y no 4.658.367. Ello no incide en la demostración.
https://superocho.org/watch/BkZdYV3GEYrSRfZ