"Afrontar cada emergencia con valentía y resistir, incluso cuando el enemigo es tan superior". Estamos ahora librando la última batalla. Ellos lucharon con valentía hasta dar su vida. Ahora nos toca a nosotros poner fin a esta Gran guerra.
Recorta, limita y moldea la mente, la creatividad de las personas desconectándolos de LO QUE SI SON, para volverlas perfectos profesionales EMPLEABLES es decir EMPLEADOS.
Ip Man fue el último Gran Maestro que heredo la forma tradicional del arte Marcial Wing Chun, a partir de él se extendió a occidente y a los cuatro puntos cardinales paraqué otros la aprendan y pueda continuar viva.
Se dice que Ip Man fue el Maestro de Bruce Lee, aunque no es del todo cierto. Si bien Bruce Lee aprendió de Ip Man, este solo estuvo un corto periodo de tiempo con Ip, aprendiendo algunas técnicas, y que después Lee continuaría su camino para formarse en distintas artes marciales.
En este video vemos a Ip Man haciendo las formas, estas que son la base del Wing Chun.
Este documental muestra el trabajo de un profesor, Toshiro Kanamori, durante un año en la escuela pública infantil Minami Kodatsuno de Japón, en la ciudad de Kanazawa (de unos ocho mil habitantes). En el documental se muestra como Toshiro Kanamori, enseña a los niños además del programa lectivo, a que sus alumnos descubran las claves de la felicidad y la convivencia. Su método se basa en educar a los niños desde un ambiente de respeto absoluto entre los niños y desarrollando la empatía. Les otorga voz y les permite opinar tratándoles como las personas que son, dejándoles la libertad necesaria para que desarrollen su individualidad . Toshiro Kanamori respeta y empatiza con sus alumnos, enseñando a estos que escuchen sus emociones. Escucharse ayuda a conocerse a si mismo, empatizándo con los demás y traduciéndose esto, en un creciente respeto y sentimiento de felicidad. Uno de los métodos que utiliza es el de “las cartas del cuaderno”. Los niños escriben a menudo cartas en un cuaderno en las que explican sus sentimientos, qué piensan sobre algo o qué soluciones darían a un problema. Cada día tres niños leen su carta y el resto puede opinar sobre ello.
Esto hace que los niños aprendan a buscar en su interior, a mirar hacia sí mismos, a reconocer su individualidad y a dar nombre a sus emociones y por lo tanto a comprender las de los demás. Les enseña a pensar en el resto y en definitiva a ser felices creciendo a partir del respeto propio y ajeno. Para Kanamori “no hay límite de participación. Ellos cuentan sus historias y todo el mundo comparte sus sentimientos. Cuando la gente escucha de verdad, vive para siempre en nuestros corazones. Ese es el gran significado de estas cartas”.
El documental ha recibido el Gran Premio del en el Festival de Banff 2004, la medalla de bronce en el Festival de Nueva York, el Gran Premio en el Festival de Televisión del Japón y la Medalla de Oro en el Festival Internacional de EEUU de Religión, Etica y Humanidades. Está producido por la Japan Broadcasting Corporation (NHK)