Dejo constancia que no juzgo a nadie, fui un buscador de mentiras, aportando mi energía en sujetos y objetos que no llevaban a ningún lugar, y al igual me perdí en festivales de por todo el mundo, pero ahora desde la distancia y el aprendizaje, corregí el camino pudiendo decir con seguridad que soy un encontrador de verdad.
Jacques de Mahieu (París, Francia; 31 de octubre de 1915 – Buenos Aires, Argentina; 4 de octubre de 1990) fue un filósofo, sociólogo y antropólogo franco-argentino, y político en Argentina.
La calidad del video no es muy buena, pero la información transmitida es una rica fuente donde uno podrá encajar muchos faltantes de la historia dándole sentido y coherencia.
De igual forma, uno tiene que investigar y creerse a uno mismo para encontrar la Certeza.
Los gobiernos de todo el mundo están FORZANDO a la gente para que compren un coche eléctrico, cuando ellos saben que es una estafa, ni es más ecológico, ni mejor que un coche de combustible. ¿Por qué? Toda la verdad en nuestras redes sociales:
La élite global mundialista se ha citado en Davos para implantar una censura global de todo lo que contradiga sus malvados fines (la "desinformación"), y aterrar a la población con la futura y peligrosa Enfermedad X. Javier Rodríguez Carrasco (RT) y Cristina Martín Jímenez comentan estos eventos. Descargar vídeo: https://mega.nz/file/M04wVa5Z#....mFrT2Rr3_b2kQqaK_VnG
Es el título de un libro escrito por Vladímir Arséniev en el que narra sus viajes por la cuenca del río Ussuri en la parte más oriental de Rusia. Ahí conoció a Dersú Uzalá (1849-1908), un cazador de la tribu china Hezhen, que sirvió como guía del grupo de expedición entre 1902 y 1907, salvándolos de morir de hambre y frío en varias ocasiones. Dersu era nómada y animista, entablaba una relación con la naturaleza de igual a igual sin intentar imponerse como hacía la civilización occidental. Este libro está considerado en Rusia como un clásico. En 1907 Vladímir Arséniev invitó a Dersú a vivir en su casa de Jabárovsk debido a la pérdida de visión que Dersú empezó a sufrir, por la que no podía seguir cazando. En la primavera de 1908, después de comprobar que le era muy difícil adaptarse a la vida de la ciudad, decidió regresar a la región de la que provenía. Dersú murió asesinado, según cuenta el libro, en el pueblo de Korfovskiy y enterrado en una tumba no identificada en la taiga rusa.