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Coloca la mente en un foco nΓtido y ponla en estado de alerta para que pueda intuir
inmediatamente la verdad, lo cual estΓ‘ por doquier. La mente debe estar emancipada de antiguas costumbres, prejuicios, procesos de pensamientos restrictivos e incluso de pensamientos corrientes.
Arranca toda la suciedad que tu ser ha acumulado y revela la realidad en sΓ misma, o en su identidad, o en su desnudez, lo que corresponde al concepto budista de la nada.
VacΓa tu copa para que pueda ser llenada; quΓ©date sin nada para ganar la totalidad
DESESPERACIΓN ORGANIZADA
En la larga historia de las artes marciales el instinto de seguir e imitar parece ser -inherente a la mayorΓa de los artistas marciales, tanto profesores como estudiantes. Esto se debe en parte a una tendencia humana y en parte a los pasos tradicionales en pos de mΓΊltiples modelos de estilos. En consecuencia, es raro encontrar un profesor innovador, original, maestro. Resuena la necesidad de un Β«seΓ±alador del caminoΒ».
Cada hombre pertenece a un estilo que proclama poseer la verdad, con la exclusiΓ³n de todos los demΓ‘s estilos. Estos estilos se institucionalizan con sus explicaciones del Β«CaminoΒ», diseccionando y aislando la armonΓa de la firmeza y de la amabilidad, estableciendo formas rΓtmicas como un estado particular de sus tΓ©cnicas.
En lugar de considerar el combate tal como es, la mayorΓa de los sistemas del arte marcial acumulan un Β«desorden fantasiosoΒ» que distorsiona y agarrota a sus practicantes y les distrae de la verdadera realidad del combate, que es simple y directa. En lugar de ir inmediatamente al corazΓ³n de las cosas, se practican ritualmente formas muy floridas (desesperaciΓ³n organizada) y tΓ©cnicas artificiales para simular un combate real. AsΓ pues, en lugar de Β«estarΒ» en el combate, dichos practicantes estΓ‘n haciendo algo Β«sobre el combateΒ»
Aun peor, un sobre poder mental y algo espiritual por aquΓ y espiritual por allΓ‘ son incorporados desesperadamente hasta que estos practicantes marchan a la deriva, cada vez mΓ‘s lejos hacia el misterio y la abstracciΓ³n. Todas estas cosas son intentos fΓΊtiles de parar y fijar los movimientos siempre cambiantes en el combate y de diseccionar y analizarlos como a un cadΓ‘ver.
Cuando llegues a ello, veras que el combate real no es fijo y estΓ‘ muy Β«vivoΒ». El desorden
Fantasioso (una forma de parΓ‘lisis) solidifica y condiciona lo que era antes fluido, y si lo miras realmente no es mΓ‘s que una ciega devociΓ³n a la inutilidad sistemΓ‘tica de las rutinas o ejercicios acrobΓ‘ticos que se practican y que no llevan a ninguna parte.
Cuando surge un sentimiento real, como la ira o el miedo, ^puede expresarse el estilista mediante el mΓ©todo clΓ‘sico o esta simplemente escuchando a sus propios aullidos y alaridos? ^Es un ser humano expresivo vivo o es meramente un robot mecΓ‘nico y estereotipado? ΒΏEs una entidad, capaz de fluir con las circunstancias externas, o esta resistiΓ©ndose con su juego de modelos escogidos? ^Este modelo escogido estΓ‘ formando una pantalla entre el y su contrario, evitando asΓ una relaciΓ³n "total- y Β«frescaΒ».