Se descorre una puerta hasta ese momento con bordes invisibles e integrados a la límpida pared y aparece deslumbrante un enorme parque pleno de vegetación. Recuperado de mi pequeño mareo, evidentemente producto de la adaptación a un medio en estado de absoluta pureza, comenzamos a recorrer el sendero principal...
Porque no les necesitaban porque empezaban a ser autosuficientes porque el pueblo empezaba a ser digno. Por tantas cosas que no podían consentir que siguieran adelante.