EL NÚMERO DE SU NOMBRE - LA DESHUMANIZACIÓN (Capítulo 7)
“EL NÚMERO DE SU NOMBRE”
por Pampa Fillol (https://www.facebook.com/photo/?fbid=641165772940021&set=a.625655567824375)
CAPÍTULO 7: LA DESHUMANIZACIÓN
"Respondió Jesús: Pues en verdad, en verdad te digo que quien no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Dijo Nicodemo: ¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Puede acaso entrar de nuevo en el vientre de su madre para renacer?
En verdad, en verdad te digo, respondió Jesús, que quien no renaciere del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, es espíritu.
Por tanto, no te extrañes de que te haya dicho: Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:3-7).
En el diálogo con Nicodemo, Jesús remarca lo que para Juan es el punto central de su doctrina: el ser humano debe nacer dos veces.
El primer nacimiento es el que Jesús llama "de la carne", y el segundo es el que llama "del Espíritu".
El primero sucede mecánicamente. Le sucede al hombre, sin que él haya tenido algo que ver en el asunto. El ser humano no elige nacer o no nacer "de la carne". No está en sus manos esa decisión.
El segundo nacimiento, en cambio, sucede conscientemente. En este caso sí, el humano tiene mucho que decir en el asunto. De hecho, tiene todo que decir. Este segundo nacimiento depende exclusivamente de él mismo. Nadie puede lograrlo por él, así como nadie puede evitar que lo logre, si él está resuelto a conseguirlo.
En eso consiste, según estas enseñanzas, la experiencia humana: nacer en el plano "de la carne", donde la libertad es relativa porque todo está sujeto al tiempo, y por un acto de voluntad consciente renacer en el plano "del Espíritu", donde no hay tiempo y la libertad es absoluta. El primer nacimiento le confiere al hombre una vida atada al tiempo, y que por lo tanto incluye muerte, mientras que el segundo le da una vida sin tiempo, eterna.
Jesús, siempre desde el ángulo de Juan, representa el fenómeno humano en su totalidad, de principio a fin. Si la experiencia de Jesús hubiera sido distinta de la de cualquier ser humano, entonces a ningún ser humano le serviría esa experiencia. El valor de Jesús es haber recorrido el mismo camino que cualquier humano puede recorrer. Sin esa condición, desde el punto de vista de Juan, el valor se pierde.
Según Juan, y según todos los Apóstoles y discípulos de Jesús antes de la aparición de Pablo, Jesús había transitado la senda completa. Había nacido "de la carne", y luego había renacido "del Espíritu". Había hecho lo que predicaba que había que hacer. Su vida era su prédica.
El mito del Jesús no humano, que se creó posteriormente, cuando Jesús ya no estaba y Pablo dictaba los nuevos contenidos de la doctrina, consistió en decir que Jesús había nacido directamente "del Espíritu", sin pasar por el nacimiento "de la carne".
En opinión de Juan, Jesús quería exhibir con todas sus letras, de alfa a omega, el verdadero potencial del ser humano: la posibilidad de nacer "de nuevo" después de haber nacido una vez, la posibilidad de alcanzar el plano "del Espíritu" desde el plano "de la carne". Quitarle a Jesús el nacimiento "de la carne", deshumanizarlo, cercenarle la mitad de la experiencia, era arruinar su mensaje.
En general trato de pensar que la Iglesia del bando ganador actuó con buena intención. Pero en este punto no puedo evitar la sospecha de que alguien estaba tratando de ocultarle algo al ser humano, de que alguien estaba tratando de evitar que el ser humano llegara algún día a conocer su verdadero potencial. Y entonces comprendo la cólera de Juan.
Enfurecido, en el Versículo 7 del capítulo único de la Segunda de sus Cartas incluidas en el Nuevo Testamento, Juan arremete contra los responsables del proceso de deshumanización, los que despojan a Jesús del nacimiento "de la carne", y utiliza una vez más el término que en el número encriptado del Apocalipsis coincidiría con el nombre completo de Pablo: "Porque han invadido el mundo muchos seductores, que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo!"